lunes, 26 de abril de 2021

A veces pasa....

Uff...ya es 14 de Febrero de 2021. La última que escribí en este blog era el 2 de marzo de 2013. Tenia 8 años menos. Tenia más ideales, utopías y sueños de los que tengo hoy en día.  Y no digo esto como algo malo. Son 8 años que han pasado con tantas cosas, que en verdad, más de una botella de vino haría falta para poder conversar de esto. 

Hace 8 años mis sueños, era estar en todos los conciertos donde Foo Fighters tocará en Chile. Hoy en día?  A veces sueño con "¿Qué Pancito quiero este Domingo? y, ¿con qué Pebre? ¿Mesa larga o mesa larga? . ¿Qué vamos a beber?  ¿Desde cuándo.....

La mesa larga es lo más aparece en mi sueños en estos últimos 2 años. Sueños utópicos también entran en esta categoría.  Y, conste, no estoy hablando con que haya millones de personas en tu casa comiendo. Hablo de esa mesa, que después de almorzar podía seguir conversando y arreglando el mundo, pelando, celebrando, llorando, contando historias, conociendo gente nueva, empezando y terminando historias, discutiendo y enamorándose (te pienso Zaperanes). 

Détras de la barra, los sueños se han convertido (para mi) a veces en mezcla de cosas. Pasan a ese plano de soñar con el servicio perfecto ,con el cocktail perfecto, el plato perfecto y, y, y....me olvido que a veces hay que mirar, conversar y escuchar. 

Mis recuerdos, mayoritariamente, siempre han sido de las sobremesas en la casa de la Cristi (entiéndase como la Mamá de mi Mamá, de mi abuela, de mi vieja, de la "señora Cristi"). Una mesa larga donde se encontraba la familia y los amigos, donde se disfrutaba, donde se retaba, donde la "Mesa del Pellejo" estaba siempre con el puño en alto reclamando por todo. Donde antes que pasará todo esto ,se disfrutaba en casi en un silencio "ignaciano" todo lo que se había cocinado todo ese día. Lo que venia después, es lo que adoro hasta el día del hoy del "post turno".

Terminamos de mandar la última ronda de cocina. La barra está comenzando  a recibir la última ronda de la noche. Se siguen escuchando las historias, los amores y desamores, las penas y alegrías. Los triunfos, las falsas promesas, la música y los sartenes, la cumbia-bolero- o lo que suene en el minuto, pa que el  viernes levante el animo de todes. 

Hace 8 años estaba pegándome en la cabeza sin saber qué era lo estaba haciendo, en verdad estaba más perdido que el Teniente Bello . Y, lo único que he estado pensando estas semanas es: No puedo volver atrás. No quiero volver